SOBRE HIPERTENSIÓN.-
Según los datos que se manejan en la actualidad, podemos decir sin ser alarmistas que, las muertes por hipertensión se han duplicado en la última década y que la enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de muerte en España.
La hipertensión arterial es una patología que sufre el 42,6 por ciento de la población española, si bien el 37,4 por ciento está sin diagnosticar, según el estudio Di@bet.es publicado en Revista Española de Cardiología (REC).
La hipertensión arterial supone una mayor resistencia para el corazón a la hora de ejercer presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre a los órganos del cuerpo.
El corazón aumenta su masa muscular para hacer frente a ese sobreesfuerzo, lo que puede desembocar en insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.
La hipertensión también propicia la arterioesclerosis (acúmulos de colesterol en las arterias) y fenómenos de trombosis (pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral).
Por todo ello, es fundamental mantener los niveles de HTA bien controlados, manteniendo los niveles de máximos de presión arterial sistólica (máxima) entre 120-129 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80 y 84 mmHg.
Ante todos estos datos, la primera medida preventiva que se debe adoptar es reducir el consumo de sal, por lo menos por nuestra parte debemos hacer desaparecer el salero de nuestra mesa, ya que en contra de la industria alimentaria por ahora no podemos ir. A los que ya se les haya diagnosticado esta patología, la adherencia al tratamiento es muy importante, y por lo menos en cuanto a ictus e infarto, mejoraremos los resultados, aunque no podemos decir lo mismo en cuanto a la insuficiencia cardiaca.
Queremos concluir diciendo que a pesar de todo, las enfermedades cardiovasculares mantienen una tendencia a la baja desde hace varios años, lo cual es positivo.
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