Durante los primeros meses de vida, los bebés pueden sufrir dermatitis atópica la cual puede
ser leve y de fácil tratamiento o por el contrario, severa y más complicada de
tratar. La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que produce picor y descamación
de la piel. Asimismo, tiene periodos donde existe una mejoría, pero también
empeoramiento. Esta enfermedad es fácil de reconocer ya que la piel del bebé presentará un eccema o
una inflamación de la piel que produce enrojecimiento e intenso picor. En ocasiones,
puede incluso aparecer costras, descamación, endurecimiento o engrosamiento de
la piel.
Normalmente, suelen aparecen en el segundo o tercer mes de
los bebés predominando en las zonas de las mejillas, pecho, brazos o piernas. A
partir de los dos años, es más frecuente que la dermatitis atópica aparezca en las zonas de pliegue como codos o
cuello así como en manos, pies u orejas.
La dermatitis atópica
requiere de unos cuidados infantiles
especiales. Tan importante es cuidar la piel de los bebés como evitar aquellos
factores que desencadenan esta enfermedad de la piel. Ante esto, se recomienda
aplicar cremas hidratantes específicas
para el tratamiento de la dermatitis atópica las cuales no llevan alcohol,
perfumes ni otros elementos que pueden irritar o empeorar el estado de la piel.
Asimismo, se deberá evitar las temperaturas extremas, es decir, tanto el frío como el calor ya que pueden aumentar la irritación.
En Farmaroy
disponemos de una sección infantil donde encontrarás cremas hidratantes para pieles atópicas para aliviar y mejorar sus síntomas.
En caso de que la dermatitis atópica empeore, consulta a tu médico o pediatra
para que ponga a tu hijo un tratamiento evitando que vaya a más. Para más
información, contacta con nosotros y te
ayudaremos personalmente para solucionar todas tus dudas.
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