Desde que existe el hombre, se ha preocupado siempre por la supervivencia. En esta lucha por la misma ha buscado remedios para curar sus males y alargar la vida.
El instinto llevó a los primeros hombres a buscar en la naturaleza alimentos y remedios y fueron capaces de distinguir entre lo beneficioso y lo nocivo.
Observaron a los animales y consiguieron algunos éxitos y fracasos también; adquiriendo conocimientos que al principio eran casuales pero que después se fueron transmitiendo de generación en generación.
La mayoría de las drogas usadas por los hombres primitivos eran de origen vegetal, aunque también había de origen animal y algunos minerales.
Se sabe del cultivo de las plantas medicinales en bastantes civilizaciones antiguas. Las noticias mas antiguas son de la milenaria civilización china, donde 5000 años a.C ya se conocía y usaba el té o el ruibarbo como remedio de enfermedades y se usaba un extracto de soja fermentada para tratar forúnculos.
Posteriormente los egipcios conocían y usaban drogas animales y vegetales, bien para embalsamar a sus muertos (aceites esenciales) o bien para curar enfermedades (bilis de buey, manteca de cerdo, azafrán, adormidera, etc.).
En India también era muy importante el uso de las plantas y en muchas civilizaciones más. En la civilización romana se estudian numerosas drogas vegetales, mas de 600.
Los árabes y el mundo islámico crean las primeras boticas. Posteriormente la farmacia ha ido sufriendo diferentes transformaciones y ha ido avanzando en el uso de las plantas con fines terapéuticos.
Hoy en día hay una gran producción de plantas para fines farmacéuticos, pero también, plantas medicinales estimulantes como té y café, plantas aromáticas usadas en la industria de la cosmética o alimentaria y también producciones clandestinas.
Hoy el uso de las plantas medicinales en un hogar, no es tan habitual como un botiquín convencional; pero sin embargo hay multitud de remedios hechos a base de plantas y algunas con interesantes propiedades curativas que pueden ser muy útiles en buena parte de pequeñas dolencias.
Existen muchas formas de extraer y aplicar las sustancias activas de cada planta y así beneficiarse de sus propiedades curativas.
Estas son las formas más comunes de prepararlas:
-INFUSIÓN: Es la manera mas simple de preparar un remedio con las hojas y las flores de las plantas en agua hirviendo. Dejar reposar 10-15 minutos y se puede tomar también fría y tibia.
-DECOCCIÓN: Consiste en cocer la parte rica en principios activos (flores, hojas, semillas, raíces o la planta entera) durante unos minutos. Para raíces, maderas y cortezas es necesaria la maceración previa en agua templada 12-24 horas. El líquido resultante de la maceración se usa para la decocción.
-JARABE: Se mezcla una decocción o infusión hecha con más tiempo del habitual con unas proporciones de azúcar o miel. Calentamos y disolvemos.
-MACERACIÓN: La planta se sumerge en agua fría y se deja reposar bastante tiempo. También se puede sumergir la planta en aceite para después usar por vía externa. No hay que confundir con el aceite esencial que es un componente activo de la planta.
-TINTURA: La hierba seca o fresca y triturada se mezcla con una solución de agua-alcohol (vodka, ron. Nunca alcohol industrial o desnaturalizado porque es tóxico).
Se cubre la hierba con el líquido, se cierra y se guarda 2 semanas agitando cada dos días. Después se cuela y se agrega jugo de frutas o miel para mejorar el sabor. Por su contenido en alcohol no se recomienda usar en embarazadas, niños, ni exalcohólicos.
-EN POLVO: Se tritura la hierba seca. Se pueden tomar en cápsulas de gelatina o espolvorear sobre los alimentos.
-CREMAS Y POMADAS: Mezcla de agua con grasa o aceite.
El uso de las plantas medicinales puede ser por vía interna ( infusiones, decocciones, jugos, etc) o externa (aceites, cremas, etc).
Las formas más representativas son:
-BAÑOS; agregar al agua del baño una infusión o decocción de la planta. También se puede usar aceites esenciales de determinadas plantas (con unas gotas es suficiente).Sirven para muchas dolencias y es especialmente útil en caso de extremidades doloridas, inflamaciones, congestión nasal y ojos irritados.
-EMPLASTOS Y CATAPLASMAS: Aplicar hierbas frescas, cocidas, secas o en polvo, directamente, sobre el área afectada. En frío o caliente, directamente o mediante una tela.
-COMPRESAS: Unas gotas de aceite esencial, o líquido resultante de una infusión o decocción, que se mezclará con agua. Se humedece un tejido natural y se aplica mejor en caliente hasta que se enfría.
Útil en caso de dolores o hinchazón. También se pueden usar las compresas con arcilla que se mezcla con las plantas.
-VAHOS: Con plantas o el aceite esencial elegido en un recipiente con agua hirviendo. Se cubre la cabeza con una toalla y se inhala el vapor 20 minutos con los ojos cerrados. Ideal para descongestionar.
-ENJUAGUES: Con infusión o decocción o tintura diluida.
Útiles para afecciones de la boca, inflamaciones de las encías o llagas. También para aliviar afecciones de las amígdalas.
